Leticia en el país de las maravillas: septiembre 2011

En algún momento en la vida de una persona, de pronto, mirándose al espejo se descubre un pelo que destaca del resto por su color blanco. Señores, eso recibe el nombre de canas.
Al principio surge una aislada de vez en cuando y casi sin dase cuenta obserará que tiene más en común con la barba de papá pitufo de lo que creía.

Por ahí cuentan que si la arrancas salen dos. No creo que sea verdad y me pegunto ¿qué clase de friki se distrajo teorizando algo semejante?
De todas maneras, sea cierta o no, arranca, suma y sigue hasta lograr una cabeza en la que reconocer un pelo pigmentado sea más complicado que hallar una aguja en un pajar. Vamos, que resignese usted a tener canas. Y difrutelas!

Me pregunto de dónde proviene ese pánico absurdo que genera en la gente su aparición. Simplemente se trata de un proceso natural que no en todas las personas se da con la misma celeridad.
Para entender qué son las canas de una forma un poco resumida os contaré que es algo tan sencillo como que la melanina que forma los pigmentos del cabello va perdiendo fuerza. Es como hacer una fotocopia de una fotocopia, de una fotocopia...Asi sucesivamente. Como resultado final el color de la fotocopia habrá perdido calidad. En cada persona aparecen a una edad diferente porque dependen del material genético que encierre el ADN de cada persona. No hay más misterio.

En el fondo cualquiera sabe que dan miedo porque se asocia a un proceso de envejecimiento pero no siempre significa eso. ¿Cuánta gente joven tiene canas? Muchísima! Lo que ocurre es que muchos las tienen y las ocultan. En edad temprana aún es comprensible taparlas pero yo creo que hay edades muy buenas para llevar unas canas con dignidad. ¿Los 30 años? Mucho antes incluso! Tener canas a la vista no es sinónimo de vejez. En este siglo eso ha cambiado y os lo demuestro hoy en mi post.

Es una rebelión. Las canas están de moda. Precisamente Penélope Cruz, una de nuestras actrices españolas más admiradas en el extranjero, luce una melena canosa y llena de personalidad. Muchos creerán que da un aspecto descuidado pero están muy confundidos. Aportan elegancia, allure, personalidad y dan porte aristocrático. La prueba la tenemos en multitud de personajes públicos que tienen canas y no las ocultan. Por ejemplo.
- Mujeres: Isabella Rossellini, Hellen Mirren, Rosa Tous, Diane Keaton, Penélope Cruz, Vanessa Redgrave, Pink, etc

Una mujer con canas pasa de señora a ser una dama.

-Y Hombres: Richard Gere empezó a tenerlas bien joven. George Clooney, Karl Laguerfeld, Pedro Almodóvar, Robie Williams... Así podria continuar.

Unas canas bonitas ayudan a definir el rostro. Bien cuidadas pueden convertirse en el sello de identidad más potente de la imagen de una persona. De ahí que los políticos más notables, si os fijais bien, jamás utilizan tintes cuando comienzan a tener canas. Y es que ellos saben que el hecho de teñirselas hace que pierdan credibilidad. La gente no confia en un político que empieza por ocultar su propio pelo. Está comprobado.

¿Qué otorgan las canas?

1-Dan mayor credibilidad y confianza.
2-Imponen respeto.
3-Son un sello enigmático de personalidad.
4-Aportan elegancia y estilo.
5-Otorgan atractivo.

Y desde aquí hago un llamamiento a todos los hombres y mujeres que se están descubriendo las primeras canas para que no se tiñan. No por Dios! No! Eso es un delito...jajaja! Aprender a sacaros partido con ellas. No sabeis la suerte que teneis!

Importantes estilistas de belleza y peluqueros recomiendan siempre dejarse las canas. Michel Meyer, Moncho Moreno, o Fernando Palacios jamás se prestarían a destrozar una cabellera canosa. Te podrán dar un buen corte, aconsejar una forma de peinarla o mil productos que den brillo pero jamás taparían una cana bonita. Y es que quien sabe, sabe y punto.

Elementos para sacarse partido.